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Portada » Héroes » Alejandro García Delgado
Este mes os presentamos a Alejandro, un súper guerrero de 10 años que ha superado un linfoma. Cuando todos soñaban con las vacaciones, Alejandro soñaba con volver al cole. No sólo ha vuelto al cole, sino que este verano viene lo mejor, unas vacaciones de una semana en el campamento de Barretstown (Irlanda) con un sinfín de actividades. La verdad es que lo pasó un poco mal porque estuvo unos días en la lista de espera, pero finalmente ha conseguido su plaza. ¡Pásalo genial, campeón!
Alejandro nos cuenta aquí como ha sido el proceso de su enfermedad y como vivió su estancia en el hospital. Un testimonio precioso que ayudará a otros muchos luchadores como él.
«Cuando me diagnosticaron el linfoma pensé qué rollo, ahora tengo que estar en el hospital. Tuve miedo, porque esto asusta mucho, pero decidí preguntar todo lo que necesitaba para quedarme más tranquilo, porque si entiendes las cosas pasas menos miedo. Estaba más tranquilo sabiendo cuales eran los tratamientos y los medicamentos, así lo tenia todo controlado. Me di cuenta enseguida de que algo no iba bien después de la operación, por las caras que pusieron mis padres. No me dijeron nada e intentaban disimularlo, pero yo lo percibí.
Me preocupaba perder el pelo por si alguien se metía conmigo o por si los amigos me trataban como un bicho raro, pero al final no fue para nada así. Mi profe les dijo que me iban a ver sin pelo y ellos no se extrañaron para nada. Suelo salir a la calle con gorro, pero mi familia y los amigos que han venido a verme me han visto sin él y no pasa nada.
En el hospital me he sentido muy a gusto. No es un lugar tan malo, aparte de la comida… En el hospi te curan y te cuidan. Yo me lo he pasado muy bien gracias a los voluntarios de la Fundación Aladina y a la cantidad de juegos que hay. Lo que más echaba de menos era montar en bici y quedar con mis amigos a jugar.
Gracias a todo esto he aprendido que hay que estar contento siempre porque así las cosas se llevan mejor y sale todo bien, ¡ni te duelen las cosas que te hacen! He aprendido que los amigos y la familia te apoyan. Me ha encantado ver que todos se han preocupado por mí y me han apoyado. En los momentos de bajón me ha ayudado mucho jugar y pensar sólo en el día a día.
Si tuviera que decirle algo a un niño que acaba de empezar por este camino, le diría que no se preocupara por el pelo porque nadie le va a vacilar, que las medicinas le van a curar y se va a sentir mejor, que con los días el miedo se va pasando y todos lo tenemos. ¡Anímate y ponte contento que todo va a ir mejor!».
Muchas gracias, Alejandro. Te mereces un verano por todo lo alto.