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Portada » Héroes » Rebeca Tomé
Rebeca es un bombón de niña tinerfeña de 6 años, muy alegre y con mucha energía. Como le dicen sus padres, ¡un terremoto! Le gusta cantar y bailar mucho, además de leer, aunque jugar es sin duda lo que más le gusta. En agosto de 2012 le diagnosticaron Leucemia Linfoblástica Aguda. Ella se lo tomó bastante bien ya que los niños con esa edad no entienden muy bien lo que le pasaba. Se le explicó que era como si su fábrica de policías se hubiese roto. Se comenzó con los dos años de quimioterapia correspondiente. Perdió un año de colegio aunque todavía estaba en segundo de infantil. En el segundo año, y con la fase de mantenimiento, pudo ir de nuevo al cole.
Justo al hacer los dos años, y al llegar al final de todo, se hizo el aspirado de médula correspondiente, y allí, lamentablemente, apareció de nuevo la enfermedad. No estaba curada. Era una recaída muy precoz. Al principio, a nuestra pequeña luchadora le costó mucho asimilar otra vez todo el proceso y los médicos le comunicaron a la familia lo único que podía funcionar a esas alturas, era un trasplante de médula. Se le volvió a poner otra vez más quimioterapia con la intención de intentar frenar la enfermedad y esperando, al mismo tiempo, que apareciera una médula compatible con ella. Sus padres tuvieron la esperanza de que la médula de su hermana Andrea lo fuese, pero resultó totalmente incompatible y, lo cierto, es que la familia se llevó una gran decepción. No pensaron que sería tan difícil encontrar a alguien compatible pero sabían que las probabilidades eran pocas. Finalmente, se decidió que su papá sería el donante aunque no tuviese una compatibilidad alta.
Así se lo explicaron sus padres a esta princesa que, a pesar de todo, nunca perdió su sonrisa. “Ahora estamos en el Hospital Niño Jesús de Madrid esperando para hacer el trasplante. Rebeca está muy ilusionada porque le van a poner una “fábrica nueva” y todo se acabará. Aquí disfruta mucho gracias a la magia que le ofrecen los voluntarios, en especial de la Fundación Aladina, con sus visitas a la habitación y las diferentes atenciones que tienen con ella y con sus padres. También gracias al cariño de todo el personal sanitario que nos cuida con mucho amor.”
“Ahora sólo queda esperar a que todo salga bien que, por supuesto, ¡va a salir! Rebeca todavía tiene mucho de decir.”