Nuestros voluntarios son el alma y el corazón de la Fundación Aladina. Nuestro presidente, Paco Arango, fue uno de esos voluntarios, hoy más de 50, que decidieron compartir su tiempo con los niños enfermos de cáncer del Hospital Niño Jesús.
La tarde es el momento que nuestros niños y adolescentes esperan con más ansiedad. Saben que los médicos y enfermeras dejan paso a sus nuevos amigos, los voluntarios. Con ellos logran evadirse de la realidad del hospital gracias a las terapias de ocio, talleres y actividades. Su presencia continuada les permite estrechar lazos y ganarse la confianza de los pequeños.
Nuestras terapias logran mantener viva su voluntad de curarse, perder el miedo, expresar sus emociones y sobre todo reírse y pasarlo bien. ¡Qué mejor medicina que la risa!
Toda la labor de los voluntarios está coordinada por un equipo de profesionales, entre ellos la Directora de Hospitales y las psicooncólogas. Y no es una labor desinteresada, a casa se llevan las sonrisas de los niños y adolescentes que les esperan cada tarde.
Nuestro voluntariado sigue creciendo. Ya estamos presentes en el Hospital Niño Jesús, Gregorio Marañón, 12 de Octubre y Quirónsalud (Pozuelo).
¡No queremos que ningún niño enfermo de cáncer se siente sola ni un solo día!