¡Hola! Soy Marcos y tengo sarcoma de Ewing. Todo empezó en Santander, mi ciudad, pero desde que me diagnosticaron hemos tenido que viajar muchas veces a Madrid para recibir tratamiento. Desde entonces, mi madre y yo venimos cada semana a Madrid, a veces hasta tres veces, o nos quedamos aquí varias semanas seguidas.
No es fácil vivir entre dos ciudades pero gracias a Aladina este camino se hace un poco menos duro. Aquí no solo me ayudan con las terapias, también me han dado momentos bonitos, actividades, amigos y sonrisas en medio de todo esto. Aladina ha sido como una segunda familia para nosotros.